Los comienzos siempre se me resisten y nunca sé por donde empezar así que aprovechando que el año acaba de empezar ésta me parece una buena manera de conocernos un poco. Durante el pasado año leí 36 libros, y no ha sido nada fácil hacer este top ten.
10. Nadie te encontrará, de Chevy Stevens
No estoy acostumbrada a leer novelas de este tipo y admito que a ratos me lo hizo pasar bastante mal. Sentía mucha impotencia y miedo de lo que pudiera llegarle a ocurrir a Annie, la protagonista, pero precisamente era eso lo que me impedía dejar de leer.
El final es bastante inesperado, y me gustó el sospechar absolutamente de todos los personajes y aún así llevarme una sorpresa al terminar.
9. El jardín de Dachau de Ellen Marie Wiseman
Quien me conoce sabe que todo lo relacionado con la Segunda Guerra Mundial me apasiona, y más aún la literatura que trata sobre la época. He leído muchos libros acerca de este periodo histórico pero éste, a pesar de no ser (ni mucho menos) el mejor de ellos, tiene un lugar especial para mí ya que es la primera vez que leo una historia desde el punto de vista de los civiles alemanes que se vieron en medio de una guerra sin comerlo ni beberlo y que se tuvieron que someter a un régimen con el que no estaban de acuerdo.
Guardo una relación de amor-odio con Christine, la protagonista. Había momentos en los que realmente me habría gustado poder estar ahí para zarandearla y decirle un par de cosas. No quiero dar detalles para no spoilear pero pfff, me ponía muy nerviosa con algunas de las cosas que hacía. Actuaba pensando sólo en ella y ponía en peligro a su familia (y a ella misma) contínuamente.
Al final del libro hay una entrevista con la autora muy interesante, donde cuenta que la novela tiene tintes autobiográficos, lo que sin duda suma puntos.
Aquí voy a hacer un poquito de trampa ya que voy a englobar toda la trilogía y no sólo el primer libro.
Estaba un poco reticente de leer estos libros pero al final fueron una grata sorpresa. Creo que el mejor de todos es el primero por la novedad y porque realmente tienes tan poca idea de lo que ocurre como el mismo Thomas. Estaba tan metida en la historia que me ventilé la trilogía en menos de una semana e incluso una noche soñé con los malditos laceradores (lo sé, sin comentarios).
Conforme iba leyendo tenía miedo de que hicieran como en Sinsajo (algún día puede que hable de Los Juegos del Hambre), pero no, el final me gustó mucho, me pareció que la historia se cerraba de la mejor manera posible y aunque todavía no he leído la precuela, Virus Letal, le tengo muchas ganas y probablemente caiga pronto.
7. Carta de una desconocida, de Stefan Zweig
Probablemente lo más bonito que he leído en todo el año. Este libro es muy cortito, si no recuerdo mal lo leí en un sólo día durante los dos viajes de metro yendo y volviendo del trabajo. Nunca antes había leído nada de Stefan Zweig pero tengo claro que repetiré porque este libro se llevó consigo un trozito de mi corazón. No digo nada más pero de verdad, leedlo. No os arrepentiréis.
Soy una acérrima seguidora de la saga del Mundodisco de Terry Pratchett pero hasta este año no había leído ningún libro de la saga de Las Brujas, y debía remediarlo. Leí Ritos Iguales a principios de año y, aunque me gustó, no llegó al nivel de las historias de Los Magos o la Muerte. Quizá por eso me costó un poco más decidirme a empezar Brujerías pero una vez que lo hice no pudo ser mejor. Había veces que estaba leyendo en el sofá y de repente soltaba una carcajada (mi novio, allí presente, piensa que estoy mal de la cabeza). El personaje de Yaya Ceravieja me encanta pero tras la lectura de este libro Tata Ogg me robó el corazón. ¡Yo de mayor quiero ser como ella!
Este ha sido el año de los Grandes Clásicos, y Frankenstein ha sido sido de los mejores. Es una historia que, a priori, conocemos bien y quizá pensamos que no nos va a sorprender. Nada más lejos de la realidad. En la novela hay mucho más de lo que creemos. Me daba muchísima pena la criatura, pero también Víctor, y nunca sabía por quien decantarme (de hecho creo que aún no lo consigo). Fue una lectura muy enriquecedora que recomiendo a todo el mundo.
Tengo sentimientos encontrados con este libro. Por un lado soy consciente de que la estructura, la historia principal y los personajes son muy parecidos a los de Los Pilares de la Tierra, pero por otro lado no podía despegarme de él. Engancha de una manera espectacular. El tema es que leí Los Pilares hace bastantes años y, aunque recuerdo que me gustó mucho, no consigo acordarme de la historia del todo bien. Me estuve incluso replanteando una relectura al acabar este libro, aunque no llegué a hacerlo. No sé, el caso es que me leí Un mundo sin fin en muy pocos días a pesar de la cantidad de páginas que tiene, y que me indigné, alegré, amé y odié leyéndolo. Y si un libro consigue eso es que no debe ser tan malo, ¿no?
Empecé este libro sin saber que era un bestseller, lo que creo que me ayudó a no tener unas expectativas demasiado altas. El ambiente de librería vieja en el que comienza el libro me cautivó (¿a quién no le gustan los libros sobre libros?), y a partir de ahí la historia va enredándose, creando misterios y resolviéndolos muy poco a poco, lo que te obliga a pensar, a meterte en la historia y a darle vueltas tú misma. Ése es, para mi, su punto fuerte. El final, aunque quizá esperaba algo más, no deja mal sabor de boca.
Una semana después de terminarlo encontré la película en versión original y me encantó. Vanessa Redgrave, quien interpreta a Vida Winter, me pareció sublime, tal y como la imaginaba en mi cabeza. Además la película es muy fiel al libro, lo que siempre se agradece.
2. Los Miserables, de Victor Hugo
¿Qué puedo decir? Este libro lo tiene todo. Podemos encontrar todos los sentimientos humanos en su máximo exponente, desde los más altos hasta los más bajos, lo que te hace amar y odiar de una página a la siguiente y te provoca un remolino de emociones que no sabes como canalizar, o al menos eso me pasó a mí.
El trasfondo político es apasionante a pesar de que haya algunas partes que se puedan hacer largas o tediosas. Merece la pena no leer en diagonal, empaparte de todo el contexto y avanzar al ritmo que te propone Víctor Hugo. Sin duda los personajes, tanto buenos como malos, te acompañan hasta mucho después de terminar la lectura. Este fue el primer libro que leí el año pasado y todavía hoy sigo pensando en ellos.
1. El nombre del viento y El temor de un hombre sabio, de Patrick Rothfuss
Hay un motivo por el que estos dos libros están en el primer puesto. Yo crecí y dejé atrás la infancia entre los muros de Hogwarts. Conforme Harry crecía, yo lo hacía con él, año más, años menos Cuando se publicó Las Reliquias de la Muerte yo acababa de cumplir 18 años y esa saga siempre significará algo grande para mí. Dicho esto, me explico: Patrick Rohtfuss ha conseguido lo que creía imposible; que durante la lectura de sus dos primeros libros yo sintiera exáctamente lo mismo que cuando leía Harry Potter. El mundo de Kvothe me tiene fascinada, y eso bien vale un primer puesto.
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